Por Contrahegemonía
En su juventud platense ingresó a la militancia revolucionaria. Adquirió al poco tiempo rangos importantes en Montoneros. Luego de su exilio regresó al país y murió a los 33 años combatiendo el final de la dictadura. Sus poemas, escritos en el fragor de las batallas, fueron guardados por su compañera Estela Cereseto.
Convocatoria
Convoco a los que todos los días
se levantan y salen a yugarla
por migajas que no alcanzan,
a que se rebelen.
Convoco a los que todos los días
vacilan en ir o no ir
al templo que envejece los corazones.
Convoco a los que caminan sin rumbo
en una tarde cualquiera,
buscando una razón.
Convoco a los pacíficos
que no están cumpliendo con su deber
a pesar de sus buenas intenciones.
Convoco a los que no comen lo suficiente
ni se abrigan lo necesario
y tienen sed torrencial.
Convoco a los pequeños de ambiciones
que dejan a los demás
ambicionar más de la cuenta.
Los convoco a dar vuelta el pulóver,
a pegarle al prepotente y a escupir en la cara
a los que no han sido convocados.
Los convoco a romper lo que no sirve,
a perpetrar los robos necesarios,
y a recuperar lo perdido.
Los convoco a cagarse en el miedo
y patear las puertas donde
encerrados están los condenados.
Los convoco a abrir las cárceles
a ventilar las tumbas y a levantar
las calaveras de los hermanos
heridos de muerte.
Los convoco a abrazarse
en las plazas del país,
a escribir los muros
y a fusilar a los fusiladores.
Los convoco a no atar nada,
sino a despedazar las cadenas.
Los convoco a agitar banderas y colores
y correr liberados por las calles
y por campos húmedos de rocío.
Los convoco a ser sinceros,
a putear a los hijos de puta,
a desobedecer al tirano,
a amar sin límites y a odiar.
Y si, a esa convocatoria
por impolítica no concurre nadie,
¡Mala leche!
Quedan entonces convocados
al entierro de la vida
del que tuvo esta pésima idea.
Si a esta convocatoria vienen algunos,
pero no todos los convocados,
no importa,
en la próxima seremos más.
Y si a esta convocatoria
vienen todos los convocados,
la cordura habrá invadido en Revolución
nuestro país para siempre.
Biografía:
Eduardo Pereyra Rossi nació el 19 de enero de 1950 en la ciudad de La Plata. Fue estudiante de Filosofía en la universidad. Militante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). En 1971 fue detenido por tenencia de arma y documento adulterado. Salió en libertad con motivo de la amnistía presidencial de Cámpora en mayo de 1973. Con la fusión de su organización con Montoneros en 1973 pasó a ocupar lugares de dirección en esa organización. Entre 1975 y 1976 se hizo cargo de Prensa y fue el máximo responsable de la Columna Sur en provincia de Buenos Aires. En 1977 sale del país y sigue la lucha desde México, coordinando prensa y difusión.
Vuelve con la “contraofensiva” de 1980 con el grado de oficial superior y el cargo de Segundo Comandante Montonero.
Fue secuestrado el 14 de mayo de 1983, en Rosario, provincia de Santa Fe, en el bar “Magnum” (Ovidio Lagos y Córdoba) cuando compartía una mesa y una charla organizativa a futuro con su compañero Osvaldo Cambiasso. Ambos, después de ser salvajemente torturados fueron acribillados y la dictadura, ya en retirada, intentó mostrar ese crimen como un enfrentamiento.
De esa acción asesina participaron el subcomisario Luis Abelardo Patti, luego intendente de Escobar -aliado electoral de “Chiche” Duhalde en provincia de Buenos Aires-, el sargento Rodolfo Diéguez y el cabo Juan Spataro.
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